Una reflexión de Rateb Y. Rabie, KCHS, Presidente y CEO HCEF
¿Por qué los sufrimientos de los cristianos palestinos se están haciendo invisibles?
“Llevar las cargas de los otros, y de esta manera cumpliréis la ley de Cristo”
Gálatas 6: 2
La semana pasada, recibí noticias sobre dos ataques por separado en las iglesias de Tierra Santa. En Hebrón, Palestina, los colonos israelíes trataron de tomar por la fuerza la Iglesia Al-Baraka y en Tabgha, Israel, la histórica Iglesia de la Multiplicación de los Panes y Peces fue incendiada. Estas son las cargas en curso que los cristianos palestinos han tenido que soportar como parte de sus 50 años de ocupación israelí. Pero más que el daño a los edificios bíblicos y a las piedras vivas de nuestra Madre Iglesia, también mi pueblo sufre personalmente en términos de acceso a la educación y al empleo, se están convirtiendo cada vez más en refugiados, y lo más trágico, están perdiendo a sus seres queridos.
Tan sólo unos días antes de las noticias sobre los ataques israelíes contra estas iglesias, recibí la noticia de que ISIS ha amenazado con “purificar” Jerusalén masacrando cristianos si no salen de la ciudad antes del final del Ramadán, el 18 de julio.
Mientras que los ataques contra los cristianos de Oriente Medio en otras regiones han recibido con razón la atención y la preocupación tanto de los medios de comunicación occidental y sus contrapartes cristianas occidentales, las amenazas contra los cristianos palestinos siguen siendo invisibles e ignorados. Los cristianos palestinos siguen teniendo que soportar esta carga solos.
Como Cristiano Palestino que ha servido a toda la comunidad cristiana de Oriente Medio desde hace décadas, tengo que preguntarme ¿por qué? ¿Por qué somos considerados el “menor de nuestros hermanos?” Y en particular, ¿por qué los cristianos americanos compañeros (predominantemente evangélicos) no solamente ignoran este sufrimiento, sino incluso contribuyen a ello? Incluso, puedo decir que, organizaciones estadounidenses que tienen una misión específica para servir a la comunidad cristiana en el Medio Oriente permanecen en silencio tras estas agresiones cuando las víctimas cristianas resultan ser palestinas.
Me acuerdo de la historia del Buen Samaritano en el que la propia comunidad del hombre herido no le hace caso. Sin embargo, fue el forastero, el samaritano, quien mostró compasión en ayudar al hombre herido.
Como todos sabemos, el auge de ISIS y otros factores políticos han minado la convivencia entre musulmanes y cristianos en diversas regiones del Medio Oriente, que termina en la persecución y expulsión de ciudadanos cristianos, especialmente de Irak y Siria. Enmascarados como doctrina religiosa, estas violaciones impulsadas políticamente se llevan a cabo por extremistas en el nombre del Islam.
En respuesta al sufrimiento de sus hermanos, la comunidad cristiana palestina, a través HCEF no guardó silencio. Ellos extendieron su mano a sus hermanos y hermanas de estos países árabes, a pesar de que ellos mismos han experimentado una de las persecuciones y sufrimientos más largos de la historia humana. A ellos se unieron los musulmanes y otros cristianos de buena voluntad y juntos crearon la Coalición Cristiana Musulmana de Estados Unidos de la cual me invitaron a presidirla. Esta coalición se ha mantenido colectivamente unida para hacer frente a los retos de este nuevo extremismo. La Coalición Cristiana Musulmana reconoce que la persecución de los cristianos no es sólo un problema de ellos, sino que estas acciones también violan nuestras comunidades de fe e incluso a nuestro Dios. A pesar de nuestras propias cargas personales, la persecución de estos cristianos es una nueva carga que debemos compartir.
La última vez que visité Jordania y llevé fondos muy necesarios para los refugiados cristianos sirios, fue la comunidad musulmana de los Estados Unidos quienes ayudaron a recaudar esos fondos. Tradicionalmente, los palestinos, tanto musulmanes como cristianos, se han esforzado siempre por llevar las cargas de los otros a medida que luchan juntos bajo la misma ocupación. Hoy hacemos un llamado a esta misma solidaridad.
El 16 y 17 de Octubre, HCEF celebrará su 17a Conferencia Internacional y su tradicional Banquete de Premios cuyo tema será este año: “Nuestra fe es un compromiso con la Justicia, la Paz y la Convivencia”. La conferencia será una oportunidad perfecta para que los cristianos estadounidenses junto a otros, aprendan más acerca de su vecino o su hermano en Cristo. Los invito a asistir y lo más importante, me permito invitarles a ser un buen samaritano. Los invito a romper el silencio y reconocer el sufrimiento de la comunidad cristiana palestina. Ese es el primer paso hacia el cumplimiento de nuestra función cristiana para ayudar a llevar la carga de los demás por humildad y caridad.